
Tener un marcador es sentirse
poderoso.
El marcador es el
Hitler de la cartuchera.
Por eso es que desde este espacio clandestino combatimos toda revuelta social que ocasione una invasión masiva de edding's llegados del espacio.
Milagro del Universo dónde Jesús derramó
4 lágrimas y creó un arcoiris de
450 gatos siameses. Rebajados con
Tafirol para tener astilla el finde.
Es feo cuando el marcador empieza a gastarse,
a morir.
Comprar otro es fácil.
Ojalá Cristo hubiera sido un indeleble.